Cuánto tiempo...

Durante estos últimos meses no he dedicado tiempo a éste blog, pues han pasado muchas cosas entre medio que han precisado toda mi atención y energía.
Me maravilla pensar que me siento distinta respecto al último post, las experiencias que han sucedido han producido un cambio. Me siento más fuerte, relajada, con una actitud abierta hacia la vida. Uno de los cambios ha sido desprenderme de toda la carga del pasado que movía las entrañas perdiendo así la orientación del mundo. He aprendido a perdonar.
He afrontado cara a cara muchos de los miedos escondidos que jugaban al parchís en el subconsciente. He descubierto que el dolor forma parte de la vida y hay que sentirlo igual que nos gusta sentir los placeres, no sirve de nada empeñarnos en no sentirlo porque existe.

En los próximos días iré escribiendo algunas de las experiencias que merecen la pena ser contadas.