Los días van pasando y la vida poco a poco o rápidamente va haciendo su camino. Para bien o para mal sigue adelante para todos excepto los que ya no están.
Me resulta difícil decidir el camino de mi vida profesional porque me gustan tantas cosas del mundo y de la vida que no quiero perder nada, quiero hacerlo todo. En estos momentos estamos viviendo en Islandia y en un año el color azul del principio se volvió negro y ahora es verde con tonalidades amarillas y de vez en cuando rojas.
Esa manzana verde y ácida que colgaba silenciosa de su árbol que bailaba a son con el viento que la mecía y velaba bajo el sol durante el día y bajo la luna durante la noche, y amanecía con el rocío, le han aparecido tonalidades rojas debido a que ha soportado algunas tormentas pasajeras y algunas heladas primerizas, y además a algún pájaro hambriento que de vez en cuando se acercaba.
Así estoy yo, todavía verde y colgada del árbol pero empezando a madurar.
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