El pueblo dónde nació mi padre. Estuvimos aprovechando que fuimos a ver a mi abuela Pilar en Valderas.Es una sensación muy extraña estar allí, como si el reloj del tiempo se detuviera y miráramos hacia el pasado. De repente me imaginé a mi padre de pequeño con su familia viviendo en ese desierto de campos y casas de adobe. Un calor especial con un poco de aroma de maíz tostado flotando en el aire.
La gente de allí, tranquila, amables, encerrados en sus casas esperando el refrescar de la noche. Me inundó un sentimiento de tristeza, por no haber vivido ni siquiera tenido curiosidad por ese cachito de historia que forma parte de nuestra familia. Una realidad que pronto desaparecerá.
Me encantó estar allí y ver y sentir reflejado en cada pedazo de tierra una parte de mi hasta ahora adormecida.
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