
El miércoles fue un día extraño. Se originó un fuego en el club nocturno Pradva (situado en una de las casas más antiguas de la ciudad de Reykjavík) que se extendió hasta la casa verde de al lado. El club quedó hecho polvo, la casa verde se quemó por dentro y todavía la fachada se aguanta en pie. Se ve que el número 22 de Austurstraeti está con la negra, ya es la segunda o la tercera vez que se quema esta casa y en otras ocasiones han habido incendios cerca.
Por si fuera poco, cuando volvimos a casa vimos un montón de humo y pensamos que era otro incendio muy

Hubo la suerte de que no pasara nada grave, el club estaba vacío de gente y nadie murió como consecuencia. Trabajaron 200 bomberos para apagarlo y incluso el día después (que es cuando están tomadas las fotos) seguían en ello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario